Momentos
- Pinotta
- 2 feb 2017
- 2 Min. de lectura
¡Hola! ¡Esta es mi parte favorita!
Los momentos en donde comienzo a recordar esas vivencias que con una sonrisa sentí desde el presente son para mí el impulso para seguir creando momentos y recuerdos hermosos, para seguir viviendo más que mostrando, para tener algo que recordar con alegría y que contar en esos momentos donde los viejos amigos se reúnen o la familia se une entre risas.
Mi Enero fue maravilloso, un poco ajetreado he de decir pero significativo de igual forma. En él hubieron cumpleaños especiales, reencuentros enriquecedores y visitas emotivas. Se cumplió un año desde que formalmente me inscribí en la Escuela de Artes Marciales Nei Shu y en silencio celebré mi pequeño aniversario de este logro personal. Cargada de energía para otro año lleno de aventuras y metas alcanzadas junto a mi Team iniciaron las clases y comenzamos con todo, con nuevos retos y desafíos, al parecer yo no era la única que venía potenciada.
Comenzaron las clases en la Ucla también y con ellas inició el primer fin de semestre de mi vida, una cosa atorada y fascinante que no te deja bajar la guardia, hicimos discusiones socializadas, exposiciones, experimentos, entregamos trabajos y proyectos, presentamos parciales y un quiz y nos empezaron a dar las notas finales. Yo estoy muy contenta con el grupo al que Dios me permitió entrar, la Sección 3 de Psicología ha sido ¡el mejor grupo en la historia! y estoy muy ilusionada por seguir a través de los 10 escalones haciendo vida en los salones junto a ellos. A pesar de las clases y la rapidez de los días no faltaban las risas, las historias, las opiniones, los complots para hablar con los profesores para que nos dieran mas tiempo en la entrega de los trabajos y sobre todo el apoyo mutuo y la unión que nos caracteriza, en la que celebramos por quien pasó la materia, felicitamos a los que avanzaron con éxito y ayudamos a los que necesitaban un empujón pasa subir con nosotros.
A pesar de las clases siempre había un tiempito para escaparse, tiempo que aproveché para ir a un concierto de Pandijazz, para hablar de constelaciones, de injusticias y para escribir por supuesto. Tiempo que aproveché para hacer un taller de Danza que me transportó al pasado y me hizo muy feliz, tiempo para practicar para la presentación del Año Nuevo Chino y tiempo que aparté para asistir a ésta. Y tiempo pasa celebrar sin más motivo que la vida, para perderme entre la pintura blanca de las barandas, para tomar foto al fuego que calentaba el fogón que hizo posible el nacimiento de un hervido de dioses y unas arepas de maíz pelado únicas. Y sobre todo tiempo para compartir con esas personas que quieres, para hacerles saber que son valiosas y que les hacen bien a tu vida.
¡Ah! Y como olvidarlo, comencé a recibir sorpresas y regalos de cumpleaño por adelantando. ¡Vaya Mes! ¡Digno de infinitos agradecimientos!
Ahora que viene Febrero, voy por más. Más sueños, más sonrisas, más fotos, escritos, complicidades y más amor.
Foto por: Alejandro Coutinho.

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